martes, 15 de septiembre de 2015

ENTRE EL BIEN Y EL MAL

Un alma atormentada por el dolor, mirando su vació corazón.
La maldad disfrazando la verdad con colores que hipnotizan.
La eterna batalla entre el bien y el mal,
donde el equilibrio final, 
esta en tus propias manos
y hacia donde va tu mirar.
Seres movidos por hilos,
que nuestras decisiones tejen.
Cuida lo que eliges...
puede ser tu salvación
o tu destrucción.

Pensamientos de la Piedra Filosofal... De mi Interior a un Extraño Exterior (I Parte)

"Las grandes realidades nacen de grandes atrevimientos."

"Somos nosotros... somos nosotros...!!!! los que damos los brochazos a este sistema."

"La revolución no empieza lanzando piedras, ni molotovs.
La revolución no empieza bloqueando pistas ni gritando arengas de rebelión.
La REVOLUCIÓN comienza, cuando, en tu interior, combates y destruyes con valentía, aquello; que de tu ser; no permite generar la revolución."



miércoles, 12 de agosto de 2015

INCONFORMIDAD

Y aquel funeral preparado para mi carne espera.
Aquellos cantos que suenan a mi alrededor... gritando...
¡eres extraño! ¡eres extraño!
y mi ser envuelto en las sedas de la inconformidad
¡jamás oirán sus ecos de "normalidad"!
Cosas extrañas para decir
a seres que no encuentran un existir...
que no toman un rumbo hacia aquella luz azul...
Extraño... si, quizás...
Soy tu reflejo... tu sombra... tu muerte.
Poemas que corren por tu aorta...
que caben en tu hipotálamo...
que generan malestar...
Mirando a mi alrededor las voces me gritan
¡eres extraño! ¡eres extraño!
Y aquel funeral preparado para mi carne... me invita a celebrar

ETHEREA (prosa a mi amada esposa)


Es mi esencia tu existencia...
Son mis alas tu mirada...
No importa el mundo extraño y egoísta que nos rodea...
¡me importas tú!
Que ladren los perros fuera...
dentro, nuestro amor es eterno.
Que aúllen lo lobos su rabia...
dentro, somos uno solo.
Inconforme es mi ser...
mas tu amor calma mi ira...
Intolerante es mi alma a la sucia mirada de los extraños,
mas tu amor le da sopor a mis depresivos pensamientos.
Es que aquella mano de luz envió tu sonrisa,
para calmar mis luchas...
para mirar hacia el eterno cielo...
y gritar su nombre...
No importa la niebla fuera...
¡me importas tú!
Etherea... mía... piel a piel... mía...
Y en los ocasos de mi existencia..
tu mano me dice anda!!!
y tu voz me lleva a ver estrellas
destinadas a mi locura...
Único y extraño es nuestro amor...
Un amor que los mortales nunca entenderán.
Única y extraña es nuestra mirada...
la tuya en la mía... la mía en la tuya...
Inspiras vida... caer y levantarse...
correr y descansar...
reír y llorar...
único y extraño es nuestro amor...
en la eternidad...
Etherea... mía... piel a piel... mía...

sábado, 2 de mayo de 2015

CUENTO IV: EL HOLANDÉS

El mar arreciaba, calmo y demasiado azul para el largo viaje. Días enteros, aquel navío había sucumbido a la pena de un hogar distante y la incertidumbre de un lugar desconocido, acercándose cada vez más a la vida de aquellos que sólo desean una oportunidad de progreso.

Mirando a la distancia, aquel hombre gemía su alma y pensaba si aquel largo trayecto los llevaría a su destino. África, le llamaban a aquel paraíso que les gritaba con historias de leyenda, con riquezas que despertaban a los atrevidos y soñadores. África, pensaba… África soñaba… Palacios de marfil invadían sus sueños y diamantes sus despertares. África… grandiosa África.

Y en su mirar el horizonte, su mente voló hacia un futuro anhelado… una casa… una tierra… una vida en el paraíso africano, junto a los nativos, junto a los suyos, en una armoniosa y dulce vida. –Aaaa… - pensaba suspirando – será la gloria-.

Estaba volando a mil reinos, castillos de ébano y sabanas llenas de exóticas especies con diamantes brillantes como alfombras, cuando un grito le despertó de su sopor… -¡África… África a la vista!-. El corazón salto de su interior y en una danza sublime anclo su nave… remo hacia la orilla y piso con su europeo calzado, la tierra virgen, la tierra del León.

-¡Regresa por donde viniste!- grito África. –Nunca debiste venir. ¡Regresa!-

-Soy el holandés… África… Soy como tú. Fuerte, inhóspito, soñador.-

-¡Silencio!- ¿acaso no ves el futuro sangriento y de llanto que tus pisadas escriben para nuestra tierra?- ¡Regresa por donde viniste, o la sangre de nuestra raza caerá sobre ti!-

Aquel momento, el holandés se dio cuenta que la historia estaba en sus manos y decidió volver.


Los ojos se abrieron y el sueño terminado dio paso a un salto… abrió las ventanas y observando al horizonte, el grito de los látigos y los barcos negreros, le hicieron esbozar una cruel sonrisa y pensó para sí mismo… -Fue sólo un sueño-.