Este Extraño Amor

Este extraño amor ...
de noches eternas,
de momentos que no volverán.
Este extraño amor...
donde nuestros cuerpos dejaron de unirse
y el sonido de tus gemidos se volvieron un dulce recuerdo.

Este extraño amor...
donde tus migajas son mi mayor manjar
y tu voz un susurro que se apaga.
Este extraño amor...
ruptura de una ley física,
juego de egoísmo.
Materialismo sobre cariño,
materia sobre sueños.
Dulzura que era el disfraz de un lobo...
un cordero que jamas aprendió a querer.
Extraño amor... ¡Cuanto te amo!.

Sin ti cada noche,
sin ti cada día.
Anhelo tu piel,
deseo tu ser.
Oigo tu voz en mi interior,
mato mi yo...
entras sobre mi.

Extraño amor,
tus migajas son...
mi manjar mas preciado.

Cuento I: La Reina del Corazón de Hielo

En un lugar del mundo, en algún rincón del universo, existía un reino de hielo; cuya reina era famosa por su corazón de heladas emociones y fríos sentimientos. Nunca reía, nunca mostraba expresión, nunca había conocido el amor. Mas, a pesar de ello, su belleza era increíble.

Cuentan que sobre el cielo del helado reino, las estrellas brillaban fulgurantes, entonando canciones de oda a la belleza de tan singular reina. Cuentan que una de la estrellas se enamoró perdidamente de la reina del corazón de hielo y pidió hacerse humano para poder llegar a ella.

Cuentan que cierto día, un extraño llegó al reino llevando un mensaje muy importante, según él. Se le abrieron las puertas y ya ante la reina del corazón de hielo expreso: -¡oh! hermosa reina de frió corazón, ¡oh! dulce belleza que despierta los cantos de las estrellas. Vengo a ti desde mi reino de brillantes estelas, convertido en humano, ¡porqué te amo!.

Un silencio lleno la sala real. Miradas atónitas, murmullos entre dientes y temores escondidos llenaron el ambiente y esperaban la fría decisión de la reina...-¡morirá!, es mas que seguro- lo congelara para siempre - oh, ¿que destino le espera a este insolente?.

La reina levanto su hermosura y le dijo a la enamorada estrella -Canta para mi. Hazlo siempre. Quedate a mi lado cantando. Mas, no podre jamás amarte. La estrella sonrió y con su mejor voz cantó, desde ese instante, para la reina del corazón de hielo.

Pasaban los días, los meses, los años y siempre la estrella cantaba con el corazón enamorado, a su amada reina. Ella nunca se inmutaba, pero siempre lo deseaba a su lado. Nunca expresaba nada cuando la estrella cantaba su amor por ella. Ni odio ni cólera, ni alegría ni sonrisa alguna. En años la estrella jamás dejo de decirle te amo cada salida de sol y cada naciente de luna. Jamás dejaría de amarla.

Cuentan que un día de hermoso sol llego al reino un unicornio a deleitar con su brío a la majestad del reino helado. Cuentan que en su amor desesperado la estrella montó el unicornio y cabalgó dando acrobacias únicas en nombre de su amada, quien inmutable observaba las contorsiones de la estrella sobre el animal.

Cuentan que la estrella se extendió sobre el cuerno del unicornio y perdiendo el equilibrio, cayó traspasado, a muerte agonizante, por la colorida asta... Y Oh!!!!...la reina del corazón de hielo corrió, abrazo a la estrella y... ¡¡¡lloró!!! -no me dejes- susurro - Te amo-... la estrella sonriendo le dijo - amada mía hoy tu corazón conoció el amor, hoy seras feliz por siempre... te amo y desde el cielo seguiré amándote. Y besando los labios de su amada, murió.

Cuentan que desde ese día la reina que conoció el amor, oye el canto de la estrella que sale primera en el cielo y cuyo brillo es mayor a las demás, deja caer una lágrima; sonríe y susurra...-gracias.

( Imagen "Centésimo Sapiens": cedida por el artista plástico piurano Russbelt Guerra)

Pastilla Azul

¡¡¡No iré!!!
gritó tu interior...
imitaciones de un mundo plástico...
imitaciones para cubrir tus desolaciones...
¿porqué aun no sonríes?...

En medio de la oscura madrugada... sueñas con él...
en medio de la oscura madrugada.. deseas cruzar el océano que nos separa...
y caminar sobre las nubes...
conversar toda la noche sobre ironías... y...
besarnos ante la luna...y...
y despertar de este simple sueño.

La pastilla azul no me deja ser libre...
aun estoy aquí y ellas allí...
aun seguiré aquí mañana y tu, allí.

Pastilla azul de utopías arenosas...
pastilla azul de amaneceres de placer soñado...
mi pastilla azul ...
¿dondé la deje?...

Y en el estupor,
dormí en tus brazos,
Por siempre...

Esa Mirada detras de la silla

Se escapo de mi sueño... esa suave brisa que deseaba ser libre...
Miró a través de su alma y observó la ventana de mi corazón...
Voló... huyó..
¡Mas, Oh!, desperte y la observé... ¡¡¡grite!!!!...
Miedosa, se rantelizó y lloró... jamas sería libre...
Jamás la dejaria ir.

Y escondió la mirada detras de la silla...
Como un susurro que escapa de lo profundo de un alma inquieta,
esperando ser libre...
Como el inquebrantable sonido de un río que no se detiene ante nada.
Como el amor cuando es real,
esa mirada me decía... olvidamé.

Volteé mi ser, le dije ¡huye!... y salí de ese mundo...


Pasaron siglos de mi regreso... pasaron relojes por millones...
Abrí la puerta y pensé estar solo...más,
ese ruido despertó mis sentidos... ¡gire!...
allí estaba...
la mirada detras de la silla...
Como un susurro que escapa de lo profundo de un alma inquieta,
esperando ser libre...