domingo, 4 de diciembre de 2022

LA ROSA ATRAPADA EN SU ROSAL Y EL CABALLERO PERDIDO


La tormenta de arena le cegaba, lo asfixiaba, no le dejaba ver más allá de sus pies. Cansado sólo anhelaba detenerse a descansar, anhelaba un final, anhelaba encontrar paz. En su caminar,  en algún momento sin darse cuenta había perdido el rumbo y su brújula lo llevó a lugares inhóspitos de extrañas formas y desconocidos parajes… Si, definitivamente estaba perdido.

La guerra en el reino interior lo había llevado a batallas interminables que terminaron  empujándolo a lugares tan distantes que muy poco podrían conocer alguna vez , que él mismo se había perdido. 

Días, meses, años y solo una tormenta de arena lo conducían a la nada …¿En qué momento llegó aquí? no lo recordaba. 

Su mascota, una alegre panda bebe, siempre le empujaba y le decía -¡sigue, sigue, falta poco!. -¡poco para que! replicaba el caballero perdido y la  panda sólo sonreía.

De repente oh!, a la distancia se veía el cerco de un inmenso jardín al que entro y al contemplar los hermosos arboles quedó deslumbrado. Aquel jardín además tenía grandes manantiales, hermosos nevados y montañas que brillaban en oro… Era un paraíso único… 


Caminando vio que al centro de este oasis, surgía un salar que se unía con el cielo y juntos formaban un manto de belleza singular y en medio de este, un rosal espinoso, circular, enmarañado se erguía infranqueable. Al acercarse, miro que en su profundidad una rosa hermosa, bella, deslumbrante dormía. Parecía estar en un larga espera, anhelando que llegue el dia que alguien la libere de ella. 

Sacando su espada decidió abrir aquella prisión y sacar a tan hermosa contemplación. En ese instante surgió de entre las espinas un  red skull  ( rey de los malvados,  con rostro rojo y una profunda y disfrazada perversidad)  que no dejaría que su tarea fuera tan fácil. La infanta panda, saltó sobre él y le mordió la nariz, mientras nuestro héroe, ante tan oportuna ayuda, le atravesó el corazón sin titubear Y Red Skull, agonizante, grito y los espinos desaparecieron, dando paso libre hacia aquella rosa dormida, que cual Blancanieves en espera de su príncipe, descansaba sobre un bloque de fulgurante sal.

Al contemplarla el caballero quedó enamorado a primera vista, miró al cielo y dando grandes voces exclamó -¡levántate!

Aquellos grandes ojos clamaron su ansiedad y sus manos acariciaron su rostro. La rosa había esperado siglos por un caballero y el caballero había esperado a quien le enrumbe al cauce de su camino y dejara de sentirse perdido. Ese día había llegado y le siguieron atardeceres mirando al sol dormir dando paso a un cielo estrellado en su casita de sal.

Así se  escribió el principio de la leyenda de la rosa atrapada en un rosal y el caballero perdido.
(Continuará)



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