viernes, 8 de agosto de 2014

Cuento II: El Espejo de las Ilusiones Rotas


Y en su soledad, ese cuarto oscuro deslumbraba su dolor, su ansiedad, su angustia... no podía volver a hacerlo, no podía volver allí y verse a ese espejo. ¡Ese espejo!... cuanto dolor veía en él... sentía su energía escapando, devorada por ese cristal ¿deforme?... o, ¿es que lo deforme era él mismo?.

Cada día, cada noche, cada instante le gritaba  - ¡¡¡Eres mi esclavo!!!, ya no eres tu mismo.¡Me perteneces!
Lo había encontrado entre las ruinas de una noche de copas que ya no recuerda. Apareció, así de la nada, simplemente apareció y... se empezó a llevar su alma.

Conversaban despacio en silencio, se miraban y notaba que algo no cuadraba al pasar los días. Cual retrato de Dorian Grey, su rostro se consumía, su vida se diluía... absorbida por el espejo de sus ilusiones rotas. Veía en el sus miedos, sus penas, sus dolores... ¡tenia que huir!, tenia que huir!.

En el suelo, maltratado y oyendo la voz del espejo diciéndole -Eres mio, ríndete... ,pensó que su hora había llegado. 

Mas esa esperanza que no muere le dio fuerzas y levantándose enfrento al espejo, lo tomo,  grito y lo tiro!!!!!... 

La puerta se abrió y salio libre de aquella cabaña oscura. Mirando el amanecer entendió que un tiempo nuevo empezaba...

Y en el suelo los cristales rotos del espejo reflejaban la imagen de un hombre que pronto pasaría por allí... y lo recogería entre las ruinas de una noche de copas.

Continuará...

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