Y allí, en sus manos estamos,
tú y yo, por siempre en sus manos.
Unidos por la eternidad,
por tiempo sin limite...
te amo...
Blanco y rojo es nuestro amor.
Blanco por lo que Él limpio
de nuestro pasado y presente,
rojo por su sangre que nos libera.
Rosas que hoy están en sus manos,
espinas que cayeron y se desvanecieron,
amor que no duerme,
amor extraño, loco, único.
Y entre las risas de los lirios
y la cólera de la mala hierba,
beso tus labios,
acaricio tus penas,
les digo adiós,
y aun en lo difícil de estar unidos,
grito al viento,
te amoooo!!!
Toma mi corazón,
es tuyo...
besa mis labios,
deja que mi sangre se una a ti..
sentados a la orilla del barranco
decimos gracias a Dios,
decimos te amo...
(A mi esposa Karen Monserrat. En la eternidad juntos)
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